La casa de Serafín era muy antigua y la verdad que no era posible la restauración, muros de tierra, grandes y humedades, tejados en mal estado, por lo que decidí tirarla al suelo y empezar de nuevo, no sin que se me encogiera un poco el corazón por lo antigua que era, pero sobre todo pensando en la familia que había vivido allí, y que una excavadora estaba destruyendo el lugar y los recuerdos de su infancia..